A los veintiocho años tenía ganas de conocer a alguien para iniciar una relación seria. Los muchachos de la barra, conociendo su timidez procuraron “engancharlo” con alguna chica…Los encuentros pagos, no eran lo que él buscaba…...Después de finalizar los estudios de informática avanzada tenía, un muy buen pasar.
Esa tarde, llovía torrencialmente. No tenía paraguas, y se refugió en la ochava de la esquina esperando que parara el diluvio. Estaba cruzando la calle una chica con un hermoso conjunto de piloto y un paraguas de regular tamaño que la protegía. Al llegar a la vereda, el taco se su zapato se metió dentro de la alcantarilla y cayó pesadamente al suelo…Jorge en un salto estuvo a su lado y la ayudó a reincorporarse, recogiendo el destruido calzado sin el taco.
La introdujo rápidamente en la confitería de esa esquina, la sentó en la silla de la mesa junto a la .ventana. El matrimonio que había presenciado el suceso entró también, y llamó al SAME .
La pusieron en la camilla y luego a la ambulancia. El paramédico (suponiendo que era familiar) le dijo: “Suba”. No dudó.
Llegaron rápidamente al Hospital Fernández y de allí a la guardia. El paramédico con una planilla le preguntó el nombre de la accidentada. Sin dudarlo contestó: Julia Miller. Domicilio?... Le dio la dirección de su casa. No sabía por qué estaba haciendo eso…Al rato, una enfermera preguntó: familiar de Julia Miller?…Y le entregó el bolso de la desconocida.
A la hora, salió el jefe de guardia con la enfermera y en un aparte conversó con él: Su novia sufrió un severo traumatismo de cráneo…Le realizaremos todos los estudios pertinentes, en estos momentos esta inconsciente….En tres o cuatro horas le informaremos una vez que los neurólogos tengan los resultados. Vuelva alrededor de ese tiempo.
Salió y encontró un bar en la esquina pidió una gaseosa con un tostado. Y comenzó a revisar el bolso. Con gran asombro encontró un pasaporte americano y un nombre: Julia Johnson, una agenda un pequeño bolso y una tarjeta del hotel Alvear escrito la palabra “father” y tres números de teléfono. Los anotó…una vez que merendó, se dirigió hasta un locutorio cercano y llamó al primer número. Comenzó a hablar (dominaba perfectamente el idioma) y pidió comunicarse con el padre de Julia mencionando a medias el episodio…Al rato una voz angustiada le contestó, “Soy el padre”….Jorge le contó parte de lo sucedido y el dio el lugar donde estaba internada. El señor Johnson preguntó su nombre agradeciéndole la llamada le pidió el teléfono para poder encontrarse en el Hospital…
Luego de 14 horas de vuelo en un jet privado arribó al país, con su secretaria se dirigió al Hospital no sin antes comunicarse con Jorge.
Sumamente emocionado después de agradecerle nuevamente le pidió conversar con el jefe de guardia. A la media hora los atendió. Le iba traduciendo al padre la información sobre el estado de su hija… A las cuatro horas darían el parte ….
En el hotel una amable recepcionista les dio el número de suite luego de informarle del accidente. Subieron hasta la habitación de Julia. Jorge, por prudencia los esperó en el bar. Al rato Frank -tal era su nombre- bajó y después de invitarlo a un trago y seguir agradeciendo, le sugirió volver al Hospital. “Lo necesito” le dijo “no conozco su idioma; su tiempo será debidamente recompensado”….“Señor” respondió Jorge “ me está ofendiendo, no necesito su dinero. Hice lo que cualquier persona haría en estas circunstancias. Lo acompañaré hasta resolver el problema”
Los ojos del padre se humedecieron…Quedaron que a la mañana siguiente se encontrarían para ir a la Embajada. Se encontraron en el loby, Con un remise que proveyó el hotel llegaron a la representación diplomática… Los recibió un empleado al cual Frank le pasó su tarjeta. A los diez minutos fueron recibidos por el mismo Embajador en persona poniéndose a disposición…Jorge no entendía nada… Cuánto poder tendría ese hombre?...Se dirigieron a la Cancillería el Vice Canciller argentino los acompañó al Hospital… El director del mismo consultó a los neurólogos y a los tres días pudieran trasladar a Julia al Memorial Hospital, en Washington . En ese interín reacondicionaron el jet…Un médico los acompañaría… y así fue que, ya casi al partir Jorge le dijo: “Gracias Frank por su oferta para acompañarlos, me reconforta haber hecho algo por ustedes. No puedo ir. Tengo obligaciones que cumplir, aparte de atender un campo de mi padre, que ya está grande…
En la escalerilla del avión Frank le dio un gran abrazo…La máquina ya era un punto en el horizonte…
2ª.parte: Los más renombrados neurólogos de los Estados Unidos, luego de consultas de todo tipo llegaron a la misma conclusión que los médicos argentinos. Julia estaba en estado vegetativo y había que seguir esperando…Pasaron algunos meses… hasta que un día se produjo el milagro esperado… la enfermera que no se apartaba de su lado notó que la paciente movía ligeramente los dedos de su mano derecha…llamó al neurólogo de guardia y se comunicaron con los padres de Julia. La evidente mejoría se acentuó cada día más…
Aquél día Julia abrió sus hermosos ojos azules y murmuró: “mother…" Ese fue el comienzo de su total recuperación…
En un cálido día de primavera, un imponente helicóptero descendió en el campo La Feliz de General Alvarado…Descendieron tres fornidos guardaespaldas, Frank, y su esposa saludando efusivamente al sorprendido Jorge. Al minuto apareció emocionada Julia... Jorge sintió que su corazón se aceleraba. Se miraron un largo rato sin decir palabra… Ella se sonrojo ligeramente Tomándose de la mano caminaron hacia la pérgola de añosas glicinas, se sentaron en el viejo banco…
El final, termínenlo ustedes. Son las tres de la mañana y me iré a la cama al lado de Lucía… mis noventa años, me están pasando factura.
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