Un cuento cortito… (c)

 

Antonio, devenido en importante empresario en la industria de la gastronomía, en el rubro de la alimentación, siempre  había querido visitar el pueblo de sus ancestros. Había estado en España por negocios, en Madrid específicamente pero por solo pocos días para asistir a un congreso internacional sobre el futuro de los alimentos. En su Jet, visitó Italia, teniendo que regresar de improviso a la Argentina,  cuando su secretaria le avisó del agravamiento de la salud  de su padre, del cual había heredado (como único hijo) la gran fortuna amasada a través de tantos años en la gastronomía…

Llegó horas antes de su fallecimiento…. Fue velado en el centro Español, del que había sido presidente… los días fueron transcurriendo en medio de la pandemia que azotaba al mundo… En Argentina, la curva decreció sustancialmente…

Años hacía que su segundo nombre lo tenía intrigado: Cone… Su padre no le pudo responder. Cuando le preguntaba: -Pues ese es el nombre con el que te bautizamos y joder, no me preguntes más… Ocúpate de lo tuyo coño

Quiso conocer el pueblito en el que había nacido su progenitor… Llegó a Madrid y de allí por tierra hasta Vallejos una pequeña ciudad enclavada entre montañas… Luego en un vehículo todo terreno con un guía, llegaron al lugar… un  pequeño poblado con un almacén de ramos generales… y no más de 20 centenarias  viviendas… Era un día caluroso y casi todos habitantes estaban a la sombra de los añosos arboles… Un anciano apoyado en su bastón rodeado de dos perros, dormitaba… Lo tocó ligeramente y se despertó sobresaltado… -No tengo dinero… No me hagas daño…

-Pues no… Quise venir a conocer el pueblo donde nació mi padre…

Su semblante cambió. -Y cómo se llamaba él?

-Cone García…

-Pues hombre…Me acuerdo perfectamente de él. Si fuimos pastores los dos. Éramos buenos conocidos… Los momentos hermosos que pasamos juntos y hasta  fuimos a hasta Juvenecia, una Ciudad como de 2560 habitantes… Que nos deslumbró… Nos quedamos medio día en la plaza, les dimos buen pienso a las mulas y volvimos al terruño recordando la aventura…

Luego de charlar un buen rato y tomar unas bebidas frescas le preguntó…-Y cómo le pusieron su nombre?

-Eso lo conozco perfectamente porque fui testigo del hecho… Al pueblo, llegaba cada 15 días un cura itinerante… Daba misa en el almacén, porque no teníamos siquiera capilla… Cuando llegó, le trajeron un bebé para que lo bautizara, se colocó la Mitra y sacó de un bolso una botellita de agua Bendita… (Para mí que era agua mineral, porque después tomó un buen sorbo de ella)…

- Y bien… como lo van llamar…?

-Lo llamaremos Ulalio…

-NO! animal, es con E

…y bueno, lo bautizaron Cone… Así, conoció el origen de su nombre…

 

Y con E o sin E, este cuento terminé… 

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MUCHAS GRACIAS POR TUS PALABRAS ! ! !