Lo llamaban el dotor,
el del diploma comprado
Jamás en toda su vida
Jamás, había estudiado…
Gracias a ese papelito
firmado por dos letrados,
fue escalando posiciones,
hasta estar bien encumbrado
Pero resulta que un día
El dotor fue el finadito
y cuando llegó a la puerta
que separa al cielo azul
del día oscuro
él tenía el papelito
donde lo habían nombrado
Cuando el bueno de San Pedro,
lo interrogó preocupado,
le dijo: ¡Soy el dotor..!
y vengo recomendado…!
En resumen compañero
al cielo, nunca llegó
y al arribar al infierno,
el papel, se le quemó….
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