Era el médico de ese pueblo a 27 kilómetros de Rosario. Su vida transcurría apaciblemente... Tenía el tiempo suficiente para dedicarse a su hobby predilecto: la reconstrucción y restauración a nuevo de todo tipo de aparatos y vehículos, en un gran galpón abandonado junto con cuatro compañeros con su mismo pensamiento.
En un remate del ejército de chatarra, compraron los restos de 3 helicópteros, dedicándose inmediatamente a la clasificación de las piezas con inusitado entusiasmo. Les costó trabajo encontrar el modelo pero al fin lo consiguieron. Una gigantografía colocada en una gran mesa les servía de guía, el modelo era AH-1W Super Cobra. Tardaron cerca de 3 meses para ordenar las piezas, pero al fin lo consiguieron. Comenzaron a armarlo y, despaciosamente, la máquina fue tomando forma. Los motores fueron puestos a nuevo, lo mismo que el armamento.
Había llegado el día: Con un tractor lo sacaron. Trabajosamente le costó arrancar: al fin los motores tronaron. El abrazo y los gritos de júbilo no paraban. Damián, avezado piloto, lo elevo hasta 200 metros dando una gran vuelta al pueblo que asombrado salió a ver semejante máquina. No quisieron probar las armas en ese momento para no alarmar a la gente. Un gran asado coronó el festejo...
Al otro día, reunió a sus compañeros: -Ya hemos armado lo que nos proponíamos. Tenemos una tarea que cumplir. Por Juan y su familia, acribillados salvajemente por el solo hecho de pertenecer a las fuerzas de seguridad y hacer encarcelar a los capos de la droga en Santa Fe. Nos toca a nosotros la tarea de seguir su camino. Empezaremos por limpiar el rio Paraná, por allí ingresa la mayor parte de las armas y la droga. ¿Estamos de acuerdo? La gendarmería vigilará la parte terrestre. Su jefe, ex compañero, reconoce, aunque no oficialmente, nuestros planes. Nos ayudará. Estamos seguros de que funcionarios corruptos les pasan información. Mañana arrancamos…
Al atardecer comenzaron la recorrida: sobrevolaron el rio Paraná. Cerca
de Entre Ríos notaron que una barcaza se acercaba a la orilla donde se
encontraban varias personas junto a un camión de regulares dimensiones.
Comenzaron a descargar bultos pequeños
que cargaban en el vehículo. Comenzó el
ataque; consiguieron hundir la barcaza e incendiar el camión. Cinco de los
amigos, que habían descendido, luego de
un breve tiroteo lograron capturar a los individuos dando muerte a uno de
ellos. Los maniataron sólidamente. La Gendarmería, alertada por un llamado anónimo
llego dos horas después incautando el cargamento de drogas más grande hasta el
momento.
Las operaciones todavía siguen en curso…
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