El sueño (c)

Eran tres amigos inseparables… Desde la escuela secundaria se había establecido una relación muy particular desde el momento que una pandilla los atacó a la salida del colegio, queriéndoles robar los celulares. Sergio, estaba tomando clases de taekwondo… Derribó a dos de los atacantes, lo que los desorientó, mientras que Julio y Alfonso también daban buena cuenta del resto. Se abrazaron y desde ese momento se cimentó un vínculo especial. Casi tenían los mismos gustos, en especial por la admiración por las fuerzas del orden, al comentar los hechos delictivos que se cometían a diario.

- Che: ¿qué les parece si nos anotamos en la academia de policía Ramon Falcon.

De común acuerdo, a la semana concurrieron a ella. Cuando les estaban informando, pasó por el lugar el director de la institución. - Señor: les estaba diciendo que hasta los 18, no podían ingresar.

- ¿Ustedes 3 son?

- Sí señor.

- Tienen mucha suerte de que yo estoy aquí. Buscaré una solución. Vuelvan mañana.

Al día siguiente, los recibió.

-Es un caso muy especial. No es habitual que ustedes 3 quieran incorporarse. Creo que encontré una solución. Hasta que cumplan los 18, concurrirán como oyentes a las clases, con excepción del uso de armas. Además, sabiendo que tienen gastos, les otorgaremos una beca que les permita subsistir hasta el ingreso. Después, como a todos los alumnos, un sueldo. Piénsenselo.

- No tenemos nada que pensar.

- Bueno, comienzan mañana.

Los proveyeron de notebooks. Al llegar a la edad requerida, rindieron examen. Obtuvieron excelentes notas. El curso duro 3 años. Al recibir sus diplomas el director, luego de felicitarlos,  les habló: - No me defraudaron…

Los asignaron a diferentes seccionales para habituarse al funcionamiento. Salieron acompañando a agentes experimentados.

-¿Sabes   manejar pibe?

-Sí señor.

- No me digas señor. Me llamo Anibal. Vamos para el sector 5. Es una zona jodida. Llena de narcos y chorros.

Le fue indicando el camino.

- Abrí bien los ojos.

El disparo atravesando el parabrisas le dio a Anibal. Aplicó lo aprendido: - Móvil 2345. Oficial herido. Solicito ambulancia y refuerzos.

-        Recibido. Ayuda en 8 minutos.

Los disparos continuaron. Varios móviles llegaron al lugar. El herido fue trasladado al hospital Churruca. El tiroteo duro varios minutos. Llegó también el grupo Halcón. Los atacantes huyeron. Detuvieron a cuatro sujetos. Allanaron varias viviendas, incautando gran cantidad de droga lista para su venta y una importante cantidad de dinero. Las precarias casas, demolidas. Se comunicó con sus amigos.

-        Nosotros sin novedad. Debutaste, Julio.

Después de su turno, visitó a su compañero. Estaba en terapia intensiva con pronóstico reservado pero finalmente salió adelante.

 

 

Los 3 se reunían por lo menos dos veces por mes. La última noticia los sorprendió… Se iba a construir en la Patagonia, una cárcel modelo con capacidad para 3000 reclusos con fondos no reembolsables del banco mundial.

-        …Pero muchachos, eso es una muy buena noticia.

Se llamó a una licitación internacional que fue ganada por la empresa Olaf sons de Noruega, pionera en construir centros de detención en condiciones adversas.

Centenares de obreros, la mayoría sin trabajo comenzó las tareas. Se habían realizados obras para su alojamiento. Esta obra titánica, avanzo a un ritmo acelerado. Se terminó en tres años. La pregunta era: ¿Que detenidos irían allí? Había tantas motivaciones, que el caso lo resolvió la corte suprema. Si la detención superaba más de dos años, serían enviados a las nuevas instalaciones. Las organizaciones de “derechos humanos” realizaron todo tipo de protestas, que fueron desestimadas. Hubo nueva reglamentación. La concurrencia a los diversos talleres, centros de estudios, tendrían un sueldo. Descontados gastos de manutención excepto asistencia médica, el saldo iría a una cuenta de ahorro al cumplir la condena, se entregaría en una cuenta bancaria. Los delitos disminuyeron. 

 

Aníbal, luego de varios meses de recuperación. Consiguió su retiro.

 

Por otro lado, las elecciones presidenciales tuvieron un giro inesperado. Fueron ganadas por Juntos por el cambio con una gran diferencia. Nicolás del Caño, asumió como presidente del senado. Como un gesto del ganador, en la cámara de diputados, ganó la oposición también. Los delitos se redujeron en casi el 80 por ciento, pero seguían ocurriendo. Comenzaron a llegar las inversiones al reducirse los índices de inflación. La capacidad de la industria redujo la desocupación al 8 por ciento. La salud ya no era un problema. El país era otro. Se construyeron centros hospitalarios hasta los lugares más remotos. La Argentina había alcanzado el progreso total.  Julio y sus amigos se incorporaron a un selecto grupo policial de acción rápida con el equipamiento más moderno. Viajando por todos los confines, capacitando a las fuerzas del orden.

 

Lo despertaron unos fuertes golpes en su puerta. Prendió el velador y abrió la puerta. Estaban sus amigos. - Che loco, hace como diez minutos que llegamos. Mirá que golpeamos fuerte. Supusimos que te había ocurrido algo e íbamos a entrar. Dale, levántate rápido y vamos a tomar un café a lo de Rafael. Tenemos ganas de comer medias lunas antes de entrar al cuartel. Ojalá que hoy sea un día más tranquilo que ayer, nos dieron con todo. Ya en el auto, Andrés pensó. Fue un sueño, un bendito sueño…

 

El Terremoto (c)

 Tim, había crecido en un vecindario sumamente tranquilo, con gente amigable y colaboradora… Se lo veía sumamente inquieto y con ganas de saber cada día más. Tuvo relaciones informales y pocos amigos. Fácilmente aprobó la escuela secundaria. Enfermó gravemente de neumonía y fue atendido permanentemente por un buen profesional hasta que mejoró. Algo prendió en él, cuando le preguntaron que carrera seguiría, eligió medicina. En los exámenes, entregó sus resultados con una velocidad tal que llamó la atención de los examinadores. Recibido de médico, eligió como especialidad cirugía demostrando sus cualidades. Pidió una entrevista con el doctor René Favaloro, al cual admiraba. La secretaria le comentó que había muchos postulantes y tendría que esperar y le avisarían. Al tiempo llegó el momento.

Luego de una larga entrevista, lo incorporó a su equipo, donde demostró sus habilidades. Al asistir a un seminario en Brasil, quedó a cargo de la especialidad... Había pocos casos, lo que le permitió tomarse un pequeño descanso en su casa de Martinez, hasta que una noche, en la madrugada, su celular sonó intermitentemente… Somnoliento prendió la luz del velador de la cama.

- Doctor, Lamento molestarlo. En la guardia tenemos un caso muy grave, es nada menos que el jefe de gobierno de la ciudad. Su automóvil, fue embestido por un vehículo que iba a gran velocidad. Murieron su secretario y el chofer. Un trozo del parabrisas incrustado en el pecho. Los bomberos tuvieron que retirarlo entre los restos. Los Airbags le salvaron la vida. Al examinar su documentación, mientras llegaba el SAME, se enteraron quien era. En este momento lo tenemos con respiración asistida.

- Ya voy para allí. Y no me reitere quién es. Es una vida humana.

Llovía torrencialmente y procuró conducir con suma precaución hasta llegar a la clínica del Sol. Efectivamente, incrustado en el pecho, un trozo de regular tamaño del parabrisas.

-         Procuren moverlo con mucho cuidado, llévenlo al quirófano y tengan todo preparado.

Cerca de cuatro horas duro la intervención. Examinó cuidadosamente el corazón en busca de cualquier esquirla. La tomografía no reveló ninguna anomalía... El cerebro acusaba un daño en la zona temporal.

-         No lo podemos intervenir ahora. Esperaremos 48 horas y veremos. Quiero descansar un poco. Pero antes, comeré algo.

Durmió profundamente. Igual en el sector, había excelentes profesionales. Llegado el momento, de la zona, retiró un pequeño coagulo. 

La recuperación fue muy buena... El funcionario, le agradeció efusivamente…

-         Señor, yo simplemente cumplí con mi deber…

 

En su momento, pensó en atender no solamente en zona capital, sino en el conurbano, dos veces por semana. Allí con parte de su equipo salvó muchas vidas de gente desposeída. Viajó para asistir al congreso mundial de cirugía, había sido designado por la sociedad de medicina como representarte del país. Se alojó en el Taj Cantón Place, cerca del lugar donde se desarrollaría el evento, el Palace Hotel. Allí, a cargo la organización, se encontraba Julie Zarandan, eficiente organizadora. El congreso duro una semana, con destacados expositores con los últimos adelantos entre ellos Tim. La cena de clausura se realizaría en el salón principal con personalidades de mucho poder. Todo se desarrolló normalmente, con importantes donaciones que se destinarían para investigar males endémicos. El salón donde se desarrolló la cena, estaba radiante. Al llegar a los postres, una vibración, sacudió las mesas. Se fue acentuando hasta alcanzar niveles insospechados. - Terremoto! exclamaron… La gente comenzó a huir despavorida. Él se resguardó bajo una mesa, hasta que salió casi toda la gente.

Al salir, el cuadro era dantesco… Edificios derruidos, las calles cubiertas de escombros, vehículos aplastados y en medio de todo eso, quejidos de dolor. Lentamente, procuró llegar a un lugar despejado. Recordó que cuadras antes de llegar al evento había una plaza. Antes de llegar, gente muerta en las intransitables calles. Un vehículo aplastado con personas en su interior. Oyó un quejido. Recogió una barreta, consiguiendo después de mucho esfuerzo abrir a medias la puerta. Un bebe cubierto con el cuerpo de su madre, respiraba apenas. Los saco con mucho cuidado. Respiró profundamente. En toda su carrera había visto de todo. Pero todo esto lo superó. Y por primera vez, lloró desconsoladamente. A pocas cuadras, se erguía el San Francisco hospital que había sido construido años después del primer sismo de 1906 con las debidas normas antisísmicas. Consiguió llegar a él.

El desconcierto era casi total. Un médico trataba de organizar algo. Llegó hasta él y se presentó.

- Soy médico.

- Vaya para allá.

- Escúcheme: soy cirujano y pienso que podría ser de utilidad.

- ¿Su nombre?

- Tim Dick Stenton.

Su semblante cambio. - He seguido con avidez su carrera. Lo admiro.

-         Gracias. Pero necesito un favor. A dos cuadras de aquí, tengo a una madre con su bebé.

Inmediatamente dos camilleros los trasladaron. Los atendió en la guardia. Los estabilizó. En el quirófano trabajó incansablemente hasta caer casi rendido. Salió y se sentó en un sillón quedando profundamente dormido. Al tiempo, sintió que lo sacudían suavemente. Al abrir los ojos se encontró con un rostro angelical.

-         Estuve a su lado ayudándolo.

-          ¿Usted? Estaba vestida con los hábitos de monja. ¿Era la persona que me alcanzaba los instrumentos?

-         Sí. Tenía los hábitos de monja.

-         Madre, lo hizo muy bien.

-         Soy novicia. Antes de entrar al noviciado, hice muchos cursos de instrumentadora. ¡

-         Qué bueno! Le ruego me disculpe. Estoy rendido. Necesitamos descansar.

Al día siguiente, volvieron a encontrarse.

- ¿Descansó?

- Una buena ducha terminó de despejarme. Tengo que hablar con usted.… Por lo eficiente que ha sido, quiero que sea mi instrumentadora. Ha sido mi mano derecha y la necesito.

- Lo pensare. Tengo que abandonar lo que elegí para mi vida…

- ¿Por qué, con todo lo que sabe no siguió con lo suyo?

- Mis padres murieron en un terrible accidente y caí en una profunda depresión. Me refugié en la religión acompañada por un sacerdote de la familia… Meditaré sobre su gentil ofrecimiento.  

 

Muchos días pensándolo… Lo llamó.

-         Aceptaré. Lo acompañaré

Durante muchos meses demostró su eficiencia. En los ratos libres, tuvieron agradables conversaciones… Cada vez, fueron intimando más.  Una noche, durante una cena, en un excelente restaurant, puso sobre la mesa, un pequeño estuche.

-         Ábrelo… Colocó en su dedo un anillo con un pequeño diamante. ¿Quieres casarte conmigo?  Quiero que envejezcamos juntos…

 

Se casaron en una pequeña capilla. Viven en Martinez con sus dos hijos… Él, sigue salvando vidas.