Voy a cumplir
90 y quiero escribir algo pero todavía no sé muy bien de qué quiero hablar...
de mi infancia? de mi juventud? de mi vida actual? Pensar en otra cosa?
Uno de
suspenso?...y así comencé:
En el largo y
casi solitario corredor que comunicaba las dos estaciones de subte, dos
individuos a metros estaban atacando a
un hombre pretendiendo arrebatarle el portafolio al que se aferraba desesperadamente. Pablo, que se
encontraba a pocos metros se trenzó con ellos.
De inmediato sintió un puñetazo que lo desmayó
acompañado por varias puñaladas. La ambulancia del SAME vino casi
inmediatamente. Pasó de la guardia del
hospital a la sala de operaciones. Casi
tres horas duró la complicada intervención.
Cuando abrió
los ojos, después de 12 horas, el cirujano fue al primero que vio.
-Tuviste suerte de no morir. Por centímetros te
salvaste de los puntazos. Si anda todo
bien, te pasamos a terapia intermedia.
Casi
inmediatamente una ambulancia de alta complejidad del sanatorio Los Arcos lo
retiró. Al rato entre sueños, le llamó
la atención la visita de un desconocido. Era el hombre atacado en el pasillo
que agradeció efusivamente su intervención.
-Me salvaste
la vida. Toda tu estadía aquí está cubierta, lo mismo que tus necesidades de todo tipo. Le
dejé mi tarjeta a tu esposa a quién tuve el gusto de conocer. A ella le
avisamos de tu traslado.
Pablo no
entendía nada. Se encontraba en una habitación con recibidor conectado a varios
aparatos, recibiendo la visita constante de médicos. Estaba muy débil. Día por medio el desconocido lo visitaba
hasta que finalmente le preguntó su nombre.
-John Foster..
pero tranquilízate cuando te recuperes hablaremos. La recuperación duró varias
semanas y el día de su alta Foster, después de acompañarlo a su casa, custodiado por dos guardaespaldas tuvo una
conversación que lo dejó más que intrigado.
-Pablo, te dejo mi tarjeta, llámame y te mandaré a buscar para que
conversemos.
Así lo hizo y
a la semana se encontró con él en la
Embajada de Estados Unidos.
Lo estaba
esperando en su oficina, después del
clásico ofrecimiento de qué quería tomar, comenzó…
-Pablo, soy
funcionario del FBI me mandaron aquí en una reservada investigación sobre los
poderosos narcotraficantes mundiales de la droga que tanto preocupan a todos
los gobiernos. La Argentina nos pidió ayuda y tuvimos una reservadísima reunión
con tu Presidente. No te puedo dar detalles pero en vista del acto de valentía
que tuviste quiero que te incorpores a nuestro equipo. Hemos averiguado que no
tienes trabajo estable. Por el pago de tus servicios no tendrás que
preocuparte.
-Sí, pero de
qué se trata?
Recibirás
entrenamiento intensivo sobre terrorismo y narco tráfico. Te verás alejado de
los tuyos algunas semanas no pudiendo comentar absolutamente nada con ningún
amigo, conocido o integrante de tu
familia, incluida tu esposa. A ella le
dirás de un empleo full time en Puerto Madero. Tus conocimientos del idioma
inglés te servirán de mucho, eso también lo averiguamos. Piénsalo, tómate todo el tiempo. Es una ocupación de
riesgo, pero el equipo está totalmente
capacitado para resolver cualquier situación. Si tu repuesta es negativa igual
te estaré agradecido y tus necesidades cubiertas.
Pablo estaba
azorado. Lo llevaron hasta su casa y lógicamente su esposa quería saber…
-Bueno
querida, me ofrecieron un empleo en la gerencia de una empresa americana con un
muy buen sueldo. Tendré que viajar a Estados Unidos por tres semanas para
entrenarme en mis nuevas tareas. Qué te parece?
En el almuerzo
estuvieron conversando animadamente. En la clásica siesta no pudo conciliar el
sueño. Al levantarse ya había tomado una resolución. En la mateada de las seis
comentó…
- Ana, mirá aquí no se ve por ahora perspectiva alguna. Hay
muchísimo que arreglar. Esos canallas dejaron el país en crisis total, estoy cansado
de privarnos de todo, el almuerzo afuera de los domingos, sin vacaciones,
viendo cómo se diluyen nuestros ahorros. El destino hoy me abre un camino.
Aceptaré el empleo.
A la mañana
siguiente llamó a Foster y a la tarde tuvieron la entrevista.
- Usted partirá dentro de dos días a la zona de
entrenamiento.
A la mañana
temprano después de despedirse de su mujer, acompañado por otras cinco personas
que serían sus compañeros, emprendieron el viaje. Fueron15 horas de vuelo directo.
Al llegar
pasaron estrictos controles en la base militar Fort Knox ubicada en el estado
de Kentucky. Allí nos explicaron que las
instalaciones actualmente acogen a la Armada de Estados Unidos y sus 44.000 hectáreas
cubren parte de tres condados. Todo era un asombro, tanta información y de
golpe…
Fueron tres meses
muy complicados para Pablo. Una vez por semana hablaba con su esposa, el meollo de la conversación era cuando regresaría,
si la extrañaba, y si él se encontraba bien.
El
entrenamiento era extremadamente duro, en él participaba un numeroso grupo de
diversas nacionalidades, todos por el
mismo motivo: la lucha contra la droga y sus traficantes.
Aprendió el
uso del armamento más moderno y de las comunicaciones, defensa personal que terminó
dominando casi a la perfección. El uso de analgésicos ayudaba en las
interminables sesiones, pero realmente era como un entrenamiento a fondo. Tan
completo como que le dictaron cursos de guaraní y portugués, idiomas que mínimamente tendrían que conocer,
según las regiones donde estarían.
Al finalizar
el entrenamiento, provistos de ropas
adecuadas, regresaron al país en forma totalmente normal.
Les volvieron
a reiterar la reserva del caso. En el aeropuerto lo esperaba ansiosamente su
compañera. Después de dejar su equipaje en casa fueron a cenar a una excelente
parrilla en la costanera. Descansó un largo fin de semana y el lunes volvió al
piso 30 de Madero donde John Foster lo estaba aguardando. Eran 15 los que
formaban el equipo. Recibieron precisas instrucciones:
-Muchachos, se
dirigirán a la frontera norte debemos empezar por las cabezas no por los pies
como lo venían haciendo hasta ahora. Si los capturan para nosotros serán ignorados.
Están todavía a tiempo de renunciar.
Todos se
mantuvieron firmes. En la triple frontera, mezclándose entre la gente, comenzaron la difícil tarea. Recorrieron
algunos locales sospechosos haciéndose habitués, entrando en confianza con los
mozos y como al descuido preguntaban
donde podían conseguir un poco de “merca”.
Recibieron un
no rotundo, hasta que al final uno de
los mozos les señaló a un individuo….
-Creo que ese
flaco sabe algo.
Le mandaron un
trago al mostrador y lo invitaron a la mesa. Estaba confundido y le agradeció
la invitación.
-Gracias
porque estaba sin un mango.
-Decime, dónde
podemos conseguir buena merca? Obvio también
habrá un poco para vos…
Salieron del
lugar, caminaron algunas cuadras y en una casa medio derruida golpeó, preguntó
por Pedrito. Le abrieron la puerta
entraron los tres. Inmediatamente los encañonaron…
-Son amigos y
quieren merca, tienen guita.
Uno que
parecía ser el que mandaba le dijo…
-Y cuánto querés?
-Empezamos con
medio kilo de la buena y después vemos. Tenemos plata.
-No son tiras
no?
-Tenemos
pinta? Déjate de joder, dale si sospechan nos vamos a otro lado.
-Esperá, dónde
paran?
A la tarde
siguiente recibieron la visita del vendedor.
Te tengo que llevar con el capo, pero a uno solo.
-No, él es mi
socio y él es el que pone la mosca.
Después de
palparlos de armas y de encapucharlos los
introdujeron en el auto. Había
pasado una media hora cuando se detuvieron en un puesto de control fronterizo
que los dejó pasar sin ningún problema. Allí cambiaron de conductor que en guaraní
les dijo que ya estaban llegando al lugar, cosa que ellos entendieron
perfectamente.
Oyeron abrirse
un portón y por fin los hicieron bajar. Caminaron unos treinta metros,
tropezaron en varios escalones y por fin les sacaron las capuchas encontrándose en un gran salón
con un escritorio imponente y sentado detrás un individuo con anteojos oscuros.
-Ustedes
quieran merca? De cuánto estamos hablando?
Pablo con voz
firme contestó…
-Para empezar con
diez kilos y después vemos.
-Esperá mi
llamada y te digo dónde y cuánto te sale esto.
Pablo replicó…
-Si esto sale
bien y la merca es muy buena, aumentaremos el kilaje, ok?
A los dos días
recibieron la llamada esperada. En un maletín colocaron los dólares en su
interior perfectamente disimulado un localizador de última tecnología pequeñísimo.
Otra vez el mismo método de encuentro anterior, encapuchados, el puesto de control, y enseguida detenerse.
Notaron caras
extrañas. Tres individuos fuertemente armados bajaron de un auto imponente con un
pequeño bulto. Luego de revisar el maletín y verificar los dólares, entregaron la
droga. El conductor del vehículo que lo había traído habló…
-Cómo hacemos
para pasar de vuelta?
-Retomás, llegas
a un puesto de control paraguayo, decís
que los manda el Mensu y pasás sin problema del lado argentino. Así ocurrió, la
frontera era un colador.
Esa noche
prepararon la operación hasta el último detalle con los refuerzos que sumaban
treinta comandos entrenados y el apoyo
de dos helicópteros no identificados partieron
al amanecer siguiendo las señales del localizador emitidas desde el lugar donde
estaba el maletín en cuestión.
La magnifica
residencia los dejó boquiabiertos Rodeada de un hermoso parque en un predio
custodiado por al menos una veintena de hombres, una gran piscina y con perros
que avisarían del primer intruso…
El equipo
descendió cerca del lugar y se preparó para el ataque, En primer lugar anularon
a los feroces perros sueltos con bocados
que fueron engullidos de inmediato y que los dejaron fuera de control, anularon la
cerca electrificada y avanzaron sigilosamente.
Ya comenzaba a
aclarar, se dispersaron y fueron eliminando a los guardias uno a uno hasta llegar a la puerta principal. Esos ya no
volverían a vigilar nada, el entrenamiento fue el factor del éxito hasta ese
momento. Subieron sigilosamente por la amplia escalera pero al llegar al primer
rellano una alarma inalámbrica los delató.
Comenzaron los
primeros disparos y empezaron a caer los custodios. Se desparramaron por las
habitaciones, en dos de ellas despavoridas jovencitas cubiertas con muy pocas ropas trataban de
huir, no entendían nada de lo que pasaba. Con dardos adormecedores se libraron
de ellas.
Al abrir la
habitación principal, en un suntuoso dormitorio digno de un magnate, estaba el
Mensu. Fue rápidamente reducido y llevado al helicóptero. Su destino? Los
Estados Unidos donde seria juzgado y encarcelado de por vida.
Pero faltaba
un detalle importante. Las señales los condujeron al sótano donde detrás de una
puerta blindada que hicieron estallar, boquiabiertos en una gran habitación hallaron
cajas con millones y millones de dólares que no hubieran entrado en los helicópteros.
Llevaron una buena parte de ellos. Antes de retirarse, colocaron explosivos por
todo el lugar, y al despegar los hicieron estallar. Una gran llamarada naranja
iluminó el amanecer. Tarea cumplida.
En el área los otros helicópteros destruyeron al menos
cuatro “cocinas” de drogas. Comenzaron a llegar al desolado lugar tropas del ejército
del país que lo único que encontraron fueron jovencitas deambulando por el
lugar.
El gobierno
paraguayo elevó una enérgica protesta al gobierno argentino que ignoró conocer
la procedencia e identidad de los atacantes.
Cuando volvieron,
Foster -en el gran salón del piso 30- sumamente
satisfecho les habló…
-Ustedes han
hecho una gran tarea. Pero esto recién comienza, sus trabajos venideros estarán
en todas las fronteras hasta terminar con
todo este flagelo. Lo haremos lentamente. Eliminaremos la corrupción y a los
corruptos, rescataremos a los que valgan
la pena porque no todo está podrido. No
tendremos compasión, ellos no la tuvieron con nuestros jóvenes.
Ahora tendrán
un merecido descanso y luego comenzarán a entrenar a hombres que como ustedes
eligieron el camino de la justicia.
Al retirarse
todos Foster llamo a Pablo…
-Has hecho una
gran tarea, regresa ahora a tu hogar y cuando vuelvas, serás mi segundo…
Pablo llegó a
su casa. El abrazo fue interminable…
-Querida, nos
vamos de vacaciones!! gritó
Desde Ezeiza
partieron a la semana hacia (no podemos decir el lugar por razones de
seguridad) donde pasarían unas vacaciones soñadas.
Al regreso de
ellas, ya en su hogar, se durmió profundamente…
La lucha
continuaba. Mientras tanto, en el
misterioso piso 30 la actividad no se detenía, ahora los esfuerzos se dirigirían
a la frontera con Bolivia. Una frontera totalmente permeable con muchos
frentes. Ya los entrenamientos no eran
como al comienzo tan secretos. Se seleccionaban jóvenes, les daban excelentes
sueldos para la carrera contra delitos gravísimos siempre con el asesoramiento
del “30” como llamaban a su fuerza.
El método era
casi el mismo que el anterior, eliminar a las cabezas principales. Terminar con
la corrupción era una tarea harto difícil, sobre todo en los grandes campos de cultivo de
marihuana y con funcionarios policiales y políticos en el país. Ahora la
gendarmería había sido renovada, con la incorporación de comandos, “30” ya era una poderosa fuerza. La corrupción
ya no era tanto, los culpables se enviaban a cárceles construidas en la
Patagonia donde los presos trabajaban para pagar los gastos ocasionados por ellos.
Seguían las
protestas de las organizaciones de “derechos humanos” sus argumentos eran
rebatidos con una excelente publicidad en todos los medios. El gobierno boliviano
seguía enviando notas de protesta a través de la cancillería que endurecían las
relaciones.
La marihuana
medicinal se importaba por los canales habituales pero igual los controles se
seguían haciendo y los que querían radicarse en el país, lo hacían a más de 400
kilómetros de la capital en condiciones sumamente ventajosas. Los controles
fueron férreos, los indocumentados era devueltos a su país de origen. Las
relaciones con los gobiernos perjudicados eran
totalmente tirantes. En las villas se abrieron centros de trabajo con
buenos sueldos para las fábricas que se radicaron en el país. En los hospitales
la atención médica se brindaba atendiendo a los ciudadanos extranjeros pero las facturas las tenía que abonar a los
diez días los países de origen. Las sumas eran descontadas del gas que sobre
todo Bolivia nos vendía. En la capital
el delito casi no existía, los delincuentes eran eliminados, el país progresaba
a pasos agigantados…
Pablo sintió
un sacudón, era su esposa
-Mi amor,
levántate, el desayuno está servido
El sueño había
desaparecido. Se levantó, se higienizó y
luego salió para sus tareas habituales.
En el piso 30 que si existía…lo esperaba Foster..…